Los clavos utilizados en la crucifixión
tenían una dimensión aproximada de 13-18 centímetros de largo por 1 cm de
ancho en la cabeza.
Según los estudios llevados a
cabo por Pierre Barbet en la primera mitad del siglo XX, el clavo no clavó
en la palma de la mano, sino en el llamado espacio de Destot (ya en la muñeca), lugar que sí
resistía el peso del cuerpo, sin desgarros. El hombre de la sábana tiene
la mancha de sangre justamente en este punto.
El clavo, en este punto, no rompe ningún
hueso. Sin embargo, sí roza el nervio mediano, que es motor y sensitivo, lo
que provoca un dolor de tal magnitud que sólo puede ser calificado de atroz
y de espantoso.
El efecto del clavo sobre este nervio
produce la flexión del dedo pulgar de la mano. Eso es lo que explica,
según Barbet que
en el hombre de la sábana aparezca con cuatro dedos, faltando el pulgar.
El profesor de patología de la
Universidad de Colombia Frederick T. Zubige, que se ha especializado en el
estudio de los efectos de la crucifixión, no está conforme con la teoría
de Pierre Barbet respecto al espacio de Destot como punto de entrada del
clavo. Las conclusiones de Zubigue, que no duda de la autenticidad de
la Sábana de Turín, son las siguientes:
-El espacio de Destot como
punto de entrada del clavo no es compatible con la imagen de la mano en la Sábana
de Turín. La herida de la mano de la Sábana está en el lado radial (del
pulgar) de la muñeca, mientras que el espacio de Destot está en el lado
cubital de la muñeca.
-Por otra parte el tronco del
nervio mediano no podría ser separado si un clavo pasó a través del
espacio de Destot porque el nervio mediano no está presente en el área del
espacio de Destot sino que por el contrario funciona a lo largo del lado
opuesto (radial) de la muñeca.
-La Sábana de Turín muestra
solamente el sitio de la salida del clavo y no el lugar exacto por el que el
clavo entró. Hay solamente dos posibilidades en cuanto al sitio por el que
el clavo entró: o a través del lado radial de la muñeca;
o a través de la parte superior de la palma de la mano.
-La región más plausible para el lugar de la
entrada del clavo en el caso de Jesús es la parte superior de la palma,
puesto que en este punto se puede apoyar fácilmente al peso del cuerpo, no
quiebra ningún hueso, marca el punto que tradicionalmente se había señalado
y explica el alargamiento evidente de los dedos de la mano debido a la
compresión del clavo.
-El pulgar que falta en la imagen de la cubierta no
es debido a lesión al nervio mediano por el paso del clavo. La lesión al
nervio mediano no causaría la flexión permanente (flexión del pulgar en
la palma). Por otra parte, el nervio mediano no está situado en el área
del espacio de Destot donde Barbet situó sus clavos.
Los pulgares faltan en la imagen de la Sábana
porque la posición natural del pulgar en personas muertas como en personas
vivas está delante y levemente al lado del dedo
índice.

El área Z, y no el espacio de
Destot, sería el lugar de entrada del clavo, según Zugibe
Punto de entrada y salida del clavo
según Zugibe
Una tercera posibilidad
es la que defienden los doctores Raúl Lagraña, Antonio Terrae y Diocles
Revidatti. A esta tercera teoría se ha sumado recientemente el prestigioso
cirujano José de Palacios Carvajal en su libro LA SÁBANA SANTA ESTUDIO DE UN
CIRUJANO. El punto de penetración del clavo estaría entre el escafoides, el
semilunar y el hueso grande. El sólido anclaje, en plena región radial del
carpo, es el potente ligamento anular del carpo, que se necesita atravesar,
encontrándose por debajo el nervio mediano, tanto su tronco como la rama
motora y el inicio de las ramas sensitivas

Punto 1. El espacio de Destot.
Punto 2. Propuesta de Zubigue.
Punto 3. Propuesta de Lagraña a la que se suma el
doctor Palacios Carvajal