Como ya hemos dicho (además de los
restos de polen y los efectos de los incendios) en el lienzo aparecen
manchas de sangre y, además, la impronta de un hombre. Lo más misterioso
del lienzo es el mecanismo por el que se formó esta imagen o impronta. En
la ampliación de la fotografía se ve cómo la imagen se forma como
consecuencia de la coloración de las fibras exteriores del tejido de lino.
La formación de la imagen no tiene nada que ver con la mano del hombre y
con la utilización de técnicas pictóricas.