La Iglesia Católica siempre ha
venerado la Sábana Santa de Turín.
Para la Iglesia la Sábana Santa no es
materia de fe; al contrario, encomienda a los científicos la tarea de
seguir investigando todo lo relativo a este lienzo.
Sin embargo, lo cierto es que
distintos Papas han mostrado en público su devoción por el lienzo de Turín.
Pío XI señaló en
el año 1935 que
“vale más esta fotografía (se refería a la fotografía de la Síndone)
que cualquier estudio”.
Pío XII declaró en 1950 que la Sábana
Santa era un “extraordinario vestigio de la Pasión del Divino
Redentor”, y encomendaba “que se procurase una veneración universal de
tan importante reliquia”.
Juan XXIII, señalando una documentación
fotográfica de la Sábana que se le presentaba, afirmó que “¡El dedo de
Dios está aquí!”.
Pablo VI declaró que “la sola imagen de la Sábana nos
da algo del misterio de la figura humana y divina de Jesús” y que el
lienzo es “un admirable documento de la pasión, muerte y resurrección de
Cristo escrito en caracteres de sangre”.
En la imagen podemos ver al Papa Juan
Pablo II besando la Sábana Santa. El estudio de la Sábana Santa de
Turín es motivo de hondas reflexiones que nos afectan vitalmente. La Sábana
Santa, según Juan Pablo II, es un “don singular”, reflejo de la
imagen del sufrimiento humano, pero también imagen del amor de Dios.
El Papa
Benedicto XVI, pocos meses antes de acceder al pontificado, siendo todavía
Cardenal, se refirió expresamente a la Sábana Santa de Turín en las
Meditaciones del Vía Crucis del año 2005, al señalar lo siguiente: "Jesús es clavado en la cruz. La Sábana Santa de Turín nos permite hacernos una idea de la increíble crueldad de este procedimiento".
En otra ocasión, cuando todavía era Cardenal, el actual pontífice hizo la
siguiente reflexión sobre la Sábana Santa: "Aquel que es la Belleza misma,
se ha dejado golpear el rostro, escupir encima, coronar con espinas. La
Sábana Santa de Turín puede dejarnos imaginar todo esto de forma
conmovedora. Pero precisamente en este Rostro tan desfigurado aparece la
auténtica, la extrema belleza: la belleza del amor que llega hasta el fondo
y que, precisamente por eso, se revela más fuerte que la mentira y que la
violencia".
El Papa Francisco en su videomensaje de 30 de marzo
de 2013, con ocasión de la ostensión televisiva de la Sábana Santa, dijo
que "a través de la Sábana Santa nos llega la Palabra única y última de
Dios: el amor hecho hombre, encarnado en nuestra historia; el Amor
misericordioso de Dios, que ha tomado sobre sí todo el mal del mundo para
liberarnos de su dominio". Según el Papa Francisco, "este rostro
desfigurado se asemeja a tantos rostros de hombres y mujeres heridos por
una vida que no respeta su dignidad, por guerras y violencias que afligen
a los más vulberables. "Sin embargo, el rostro de la Sábana Santa
transmite una gran paz; este cuerpo torturado expresa una majestad
sobenara. Es como si dejara trasparentar una energía condensada pero
potente; es como si dijera: ten confianza, no pierdas la esperanza; la
fuerza del amor de Dios, la fuerza del Resucitado, todo lo vence".